YO SOY TUMAR Y TUOTRA ORILLA

POESIA

sábado, 23 de mayo de 2009

YO SOY TUMAR Y TUOTRA ORILLA




Cuando el trigo barnizó el agua se dio cuenta que el bastón de sus huesos estaba gastado. Puso sus manos en un hueco tibio de pichón y respiro un ancho barco que se hundía en su andar en el horizonte de sus ojos. Luego, Escuchó el tañir de la capilla que era su pezón y se vio molino balanceándose en sus propias tablas. Yo, soy tu otra muerte y tu mi otra orilla; se dijo volteando el filo de un hacha hacia la pared para ahuyentar de esta manera los párpados azules que caían tras los vidrios





el vapor del río traspasa mis huesos
sobre todos mis huesos
hundidos en la harina del alba

un gallo desafine en tu costado secando los pozos donde muero en mi sed de darte un arcoiris melancólico los parajes de mi sienes se ahuecan en el fuego de un buey que anda bramando bajo la sangre arrebata el pan recién horneado y descifra las parcelas donde duerme el inquilino que aguijonea el choapino la vida


desteje mis graznidos
el agua de mi brazo en su anchura atraviesa navegando hacia otras latitudes mas frías y veloces

se nace y se desnace olvidándonos en sí mismo que andamos
negros de tizón quemados
de una tierra que llevamos en las médulas
somos puro océano puro río despeñándose
de un cielo muslo abajo con un ruidos de piñones que hierven hasta abrir el testamento de

su cáscara
tu otro hueso con que tejes
se desagua con sus barcos balanceándose en los cerros

tiene rastro de peces inmóviles

tu otro hueso
abre su plumaje de martín pescador y sólo atrapa
lagartos dormidos en los troncos.



vaciándose están los ríos de Chile
los peces vierten con espanto las agallas
los remos se vacían
los mapas y la vida que hay en los mapas
cómo no llorar si los gusanos te eligieron para fabricar con tus huesos una flauta.
Desde estos paisajes te amo como se aman las aves que abren las puertas del día.
El viento recoge la leche de las ubres y amasa la vía láctea y yo
trago la hostia de los equinoccios por mi madre que arde en troncos verdes pero canta vomitando soles negros de mi vida diaria
mordedura de miga mi sangrante encía maltrecha por las horas que fueron mi felicidad

yo soy tu muerte tu otra orilla tu otro invierno
yo soy tu nachi que bebes en las faldas del volcán.
los ríos bajan desplumándose con las venas al aire
tan vivos y tan negros deseándose
la vida para ultimarse en los roqueríos del año



vaciándose están los ríos de Chile
los peces vierten con espanto las agallas
los remos se vacían
los mapas y la vida que hay en los mapas
cómo no llorar si los gusanos te eligieron para fabricar con tus huesos una flauta.
Desde estos paisajes te amo como se aman las aves que abren las puertas del día.
El viento recoge la leche de las ubres y amasa la vía láctea y yo
trago la hostia de los equinoccios por mi madre que arde en troncos verdes pero canta vomitando soles negros de mi vida diaria
mordedura de miga mi sangrante encía maltrecha por las horas que fueron mi felicidad
yo soy tu muerte tu otra orilla tu otro invierno
yo soy tu nachi que bebes en las faldas del volcán.
los ríos bajan desplumándose con las venas al aire
tan vivos y tan negros deseándose
la vida para ultimarse en los roqueríos del año




Estos castos ríos
Desembocan
Sangrándose piedra contra piedra
Azules
De mis fríos territorios
ábranse tablas esta noche con sus aguas golpeándose
pura espuma se deshace lo salino de tus ojos
cerrados en el nervio turbio jinetea sin manta
sin aire
sin pulmones
colgándose solo en las vigas
con su cráneo blanqueándose en cenizas
hasta los mapas se inundan cuando se abalanzan
los gajos de tu carne
cuesco en las tablas que me cimbra mientras oigo
lo sexual del agua que pasa en estas vetas
mientras llueve


Toma un poco de agua que me hincho
De madera
Que me raspo si entras o sales
a la fiesta de la calles donde no soy el invitado





Hazme un nudo en las arterias
No sea cosa que me arda de oxígeno y mis labios se agrietende tanto roquerío suelto
de tanta costilla y carnede ballena flameando en el litoral de chile.


Aúllame mi loba de mar esta noche.


La luna se ahoga en mis costados donde soy más agua y más espuma
y más pescado entre las redes.


Estos parajes florecen en ti mi cisne
en ti mi ventana que se abre en la bruma con enjundia enrojeciendo de lloicaen esos cerros
agrego más ríos a mi sangre
reparto harina y levadura
acharcada en el movimiento marítimo de mis articulaciones
La neblina que anda sola buscándose Me hace ciego y me hace en los huesos un árbol Una plaza un calle sin transeúntes Me trabaja vapor Me corta a cuchillo la escarcha Las flores silvestres Precipitan Construyendo notas luminosas en un tarro de café
















































































































































































tras los vidrioslos árbolesmostrándonos sus rasgos indolentes a los niños que orinábamosla cama
mis tuétanosvan a dar a un campo aradoel peso implacables de los días me arqueasale de miuna flecha dulce una placenta un hombre que se hizo fiambre











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